domingo, 29 de enero de 2012

INSULTA, QUE ALGO QUEDA


Yo creía que estas cosas sólo ocurrían en la política. Pero basta ya de poner la otra mejilla. Ni, desde que se publica mi blog en El Periódico Extremadura, ni antes que lo hacía en otro medio con menos repercusión, he borrado ninguno de los comentarios que se formulan. Pero siento mucho decir que eso se va a acabar, si no se cumple una sola condición, que creo de justicia. Y es una condición muy sencilla: quien quiera insultar tiene que identificarse con su nombre y apellidos. Así estaremos en igualdad de condiciones. Él me conoce, yo le conozco. Lo otro, lo que están haciendo ahora algunos lectores es bastante cobarde. Se amparan en el anonimato para insultar y mentir a diestra y siniestra.

El resto de comentarios seguirá como hasta ahora. A mí no me importa que me critiquen o que no compartan mis puntos de vista. Es más, recuerdo que ha habido momentos en los que los comentarios brillaban por su ausencia y me sentía sólo por estos espacios virtuales. Prefiero que comenten mis opiniones, aunque sea contradictoriamente. Pero de ahí a los insultos y las mentiras gratuitas va un trecho bastante importante, que no sólo me daña a mí.

Lo que no acierto a entender es porqué han aparecido los insultos y las mentiras desde un momento determinado, cuando he cambiado de puesto de trabajo. Espero que alguno de mis “AA”(anónimos amigos) me lo explique. Para ello tiene dos vías:

1.- Sin identificarse y sin insultar ni mentir.

2.-Identificándose, y diciendo lo que le de la gana.

Desde ahora me comprometo a no borrar ningún comentario, diga lo que diga, si el que lo hace se identifica oportunamente.

No quiero llegar a lo que han tenido que hacer algunos políticos, a los que se insultaba impunemente desde el anonimato, y que hartos ya de sufrir comentarios de toda índole, se han visto obligados a acudir a los tribunales de justicia y denunciar las calumnias e injurias que sobre ellos se vertían.

Me quiero creer que estamos en una sociedad democrática, moderna y educada en determinados valores, donde habría que diferenciar la crítica de los insultos y de las descalificaciones personales, pero… valores, valores, los de la bolsa.

En fín, creo que es el post que menos me ha gustado escribir, excepto algunos de carácter luctuoso, pero es lo que hay.

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