lunes, 21 de octubre de 2013

CATALUÑA NO ME DA ASCO


Ayer actuó en el Gran Teatro de Cáceres un “artista” catalán, al que le da asco ser español. Lejos de suspender su actuación, como pedían las entrañas de muchos, se ha actuado con la cabeza fría y le hemos dado una lección de democracia. Yo además es que estoy convencido de que esas afirmaciones estrambóticas las realiza este señor para darse a conocer y para elevar el aforo de sus actuaciones, -falta le hace-, y con ello, vivir de los que le dan asco. Evidentemente que yo no voy a caer en la trampa y ni siquiera voy a pronunciar su nombre, pero sí he de confesar que antes de esta polémica, ni había oído hablar de él. En eso, vaya por Dios, se parece a Bale, si hombre ese que vale 100 “kilos”. Pues bien, en el Gran Teatro pudo actuar, no hubo ni abucheos, ni manifestantes a las puertas, ni reventadores del acto. Sí señor, una lección de libertad, que es lo que a ellos precisamente les falta, que no pueden tolerar que en Cataluña haya ciudadanos que se consideren españoles, como se demostró en la manifestación celebrada la semana pasada.
Ahora bien, los actuales mandamases de esa región española se están pasando de la raya. En vez de luchar contra el paro e intentar hacer un poco más fácil la vida de sus ciudadanos, están derrochando importantes cantidades de dinero público en pro de su imposible cruzada. Con meridiana claridad lo dijo hace unos días el Presidente del Grupo Planeta: “la independencia es imposible”. Y a continuación, dio en el clavo al preguntarse quien pagaría las pensiones al día siguiente de ser independientes. De lo que ahora se quejan con su grito de moda (“España nos roba”), es que aportan mucho más de lo que se les da. Flaca memoria, aparte de insolidaridad extrema, cuando no recuerdan las grandes inversiones que su malquerida España ha llevado a cabo (AVE, Olimpiadas, autovías,  infraestructuras, etc).
Aparte de ello, los dirigentes europeos ya le han dejado claro que las fronteras de la UE no se tocan y que en el más que hipotético caso de que Cataluña dejase de ser España, no pertenecería a Europa.
Independientemente de ello, correspondería que los dos grandes partidos hasta ahora españolistas (y digo hasta ahora porque uno de ellos se lo está pensando), hicieran unas declaraciones conjuntas advirtiendo a los de la deriva soberanista que, mientras alguno de ellos gobierne, no se va a permitir ni la independencia, ni la consulta, simplemente por ser ambas contrarias a la norma suprema que nos hemos dado.
Pero, como dice mi amigo Juan, lo que habría que decirle a los Catalanes es que si abandonan España, el Barça no jugaría la Liga, lo que verdaderamente sería un cataclismo para ese club que es todavía más. Qué harían entonces sus astros argentinos, brasileños y albaceteños? Cuanto le pagarían las TVs por retransmitir el clásico con el Mollerusa? Seguirían vistiendo esa horterada de camiseta-mantel?
Claro, que si todos los culés que pululan por España hicieran una manifestación en contra de la política independentista de su querido club catalán y juraran por Iniesta que, hasta que la misma no cambiase, no volverían a gastarse un duro más que pudiera revertir a las arcas azulgranas, otro gallo cantaría. Pero claro, yo lo entiendo, bastante mal lo están pasando mis amigos Emilio, Jonás, Juan, Esteban, José Antonio, incluso mis no amigos Guillermo y Juan Carlos, cuando ven a su equipo del alma travestido con la Señera y a su desdichado presidente encabezando manifas separatistas.

Por cierto, si a algún catalán le da asco ser español, qué mala suerte tiene, porque va a estar toda su vida asqueado.