miércoles, 31 de diciembre de 2014

SE NOS VA 2014, LLEGA UN INCIERTO, PERO INTERESANTE 2015


Resultado de imagen de IMAGENES DE PODEMOS CON SYRIZA
Quedan apenas unas horas para que se nos vaya 2014, un año en el que han sucedido muchas cosas, buenas, malas y regulares, evidentemente un año da para todo. Y se presenta, a la vuelta de la esquina, el nuevo año 2015, vayan por delante mis mejores deseos de salud y felicidad para todos.
Año, por cierto, cargado de citas electorales, puesto que, en principio, coinciden las elecciones autonómicas y locales el 24 de mayo, con las generales, allá por noviembre o diciembre.
Y, nos guste o no, en todos nosotros crecen las dudas sobre lo que en el panorama político de nuestra piel de toro va a ocurrir con la irrupción de Podemos. Y más, en este momento, en que acaban de darse un batacazo terrible la bolsa y la prima de riesgo griega al haberse convocado elecciones anticipadas, donde un partido, denominado Syriza (que literalmente significa “coalición de partidos radicales de izquierda”) parte como favorito en las encuestas.
Yo no voy a ser quien busque semejanzas entre ese partido griego y Podemos, que las hay (aunque existe una gran diferencia consistente en que Syriza lleva ya 10 años con representación en el parlamento griego), a mi lo que me llama poderosamente la atención es el perfil de sus líderes: ambos son lo que podríamos llamar “hijos de papá”. El heleno, de un importante promotor de la construcción y el español (con perdón) hijo de abogada y de inspector de trabajo. Vamos, que ninguno de ellos sabe lo que es tener callos en las manos!.
No obstante y ciñéndonos al ámbito nacional, me preocupa más todavía el perfil técnico de los cabecillas de Podemos: en su inmensa mayoría son profesores de universidad, ciencias políticas, para más señas, es decir, teoría, teoría, y más teoría.
Relacionado con esto viene a mi memoria una pequeña anécdota: corría el mes de mayo de 2011, estábamos en plena campaña electoral para las autonómicas y municipales y charlaba con alguien que creía que iba a tener los designios de gobernar Extremadura, que me contaba que ya tenía en su cabeza, si no los nombres, sí los perfiles de quienes iban a ser sus consejeros. Mi respuesta, un poco directa, lo reconozco, fue: déjate de profesores de universidad y rodéate de buenos gestores!
Que si tengo algo en contra de los profesores de universidad? Para nada. Lo que creo es que la vida es experiencia, gestión y trabajo; y hay muchos profesores que están inmersos en una burbuja teórica, como los de ciencias políticas de la Universidad Complutense, germen de este partido de la izquierda radical.
Y si hablamos del ámbito local, os invito a que entréis en la web de Podemos de CC y que veáis no solo quienes aspiran a ser los dirigentes de ese partido en nuestra ciudad, sino principalmente el contenido de sus programas, sus ideas y propuestas de gobierno. Yo, sinceramente me he quedado sorprendido, pero sobre todo preocupado, porque algún día podamos estar gobernados por esas personas. Si analizamos sus programas nos podemos encontrar desde un aspirante que ha copiado intregramente un acuerdo adoptado por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de CC, si, sí, como lo oyen; a otro que dice que “con el dinero que le sobra a la Diputación hay que hacer el hospital de CC”. Unos copian, otros dicen barbaridades imposibles de cumplir. De todas formas, lo mejor es que entréis en esa web y saquéis vuestras propias conclusiones. La mía está clara: que Dios nos coja confesados¡¡¡, si personas sin ninguna experiencia de gestión ni de gobierno, tienen que regir nuestros destinos.
Lo dicho: que 2015, además, de incierto, sea un año de salud y felicidad, que lo demás tiene remedio.

domingo, 21 de diciembre de 2014

MIEL SOBRE HOJUELAS




La última escapada que he hecho con la peña “BERLÍN A TOPE”  ha tenido como destino la maravillosa comarca cacereña de Las Hurdes. Comarca que si volviera a visitar Alfonso XIII no reconocería ni en el mejor de sus sueños. Superado, gracias a Juan Carlos, un primer contratiempo que tuvimos con las cabañas reservadas en el camping de Riomalo, hemos pasado unos divertidos y enriquecedores días. Y es que viajando se aprende,  ya lo dice un amiguete mío, muy puesto en eso de la historia y la cultura, al cual yo le contesto que “está mu viajao”. Por ejemplo, yo no sabía qué eran las HOJUELAS y, por ende, de donde venía la conocida expresión “miel sobre hojuelas”, ni siquiera sabía que se escribía con H. Pues bien, si tienes la ocasión de desayunar en el restaurante Riomalo, en la localidad de Riomalo de Abajo, te recomiendo que pidas, en el restaurante Riomalo (valgan las redundancias) un desayuno completo. Y tendrás la perfecta ocasión de conocer lo que son las hojuelas, dulce típico de la zona que se hace con huevo, harina y azúcar y se toma caliente. Una delicia! Y si además, van acompañadas de unas tostadas regalas con aceite denominación de origen Gata-Hurdes, de los bizochos caseros de Isabel y de unas migas aderezadas con bacon y huevos fritos, pues te obligas a tener que dar un paseo hasta el meandro del Melero para que te bajen un pelín las calorías ingeridas. 


Y después a continuar la ruta: nosotros hicimos dos, que recomiendo y califico como obligatorias en esta zona. La primera fue por la comarca de las Batuecas, adentrándonos ya en suelo salmantino. Y aunque la localidad más conocida es la Alberca, yo aconsejo dedicar el tiempo necesario también a otros pueblos más pequeños, con menos renombre, pero tan bonitos como aquel, o más. Me refiero a Miranda de Castañar y Mogarraz. Y la segunda fue la subida al Chorro de la Miacera, en El Gasco, alquería que pertenece al municipio de Nuñomoral. Para mí fue impresionante, son menos de 2 kms, pero la pendiente y el terreno lo hacen más complicadillo. Pero si además, lo haces con una débil llovizna y rodeado de los tonos ocres del final del otoño, el espectáculo de llegar a la cascada, -dicen que ahora tiene sobre 100 metros de caída-, merece mucho la pena. Eso sí, si no se va con el calzado adecuado, se recomienda extremar la precaución, ya que hay que sortear desniveles y cruzar varias veces el riachuelo que baja de la montaña, y hay que evitar resbalones  y caídas. Y después de la ruta, volvimos a recuperar fuerzas a Riomalo, al mismo restaurante. Esta vez dimos buena cuenta de otro plato típico de la zona: la paletilla de cabrito, aderezada con unos entrantes a base de setas (boletus, níscalos y amanita cesarea). Y después de otro pequeño y abortado paseito, buscando brujas del cuarto milenio, a instancias de Julio, nos fuimos a rematar otra paletilla, esta vez una ibérica del Mercadora, que al calor de una buena lumbre, sabe de maravilla, sobre todo si está bien cortada por Javier, experto en cuchillos donde los haya. En definitiva, entre las excursiones realizadas, las jornadas gastronómicas y las acogedoras cabañas en buena compañía, miel sobre hojuelas!!!.