lunes, 23 de marzo de 2015

RENOVARSE O MORIR


 Resultado de imagen de elecciones andalucia 2015
Los resultados de las elecciones andaluzas de ayer, 22 de marzo de 2015, tardarán mucho en borrarse de la memoria de muchos ciudadanos, y no sólo de los de esa bonita tierra.
Evidentemente, la primera conclusión es que ha ganado el PSOE, y es de bien nacidos felicitar a los ganadores. Otra cosa es que muchos nos cuestionemos cómo es posible que a ese partido no le pase factura la corrupción generalizada de los EREs. Posiblemente la explicación esté en el alto número de parados que hay en esa CCAA, uno de cada tres, que se dice pronto.
La segunda es que el pobre Juanma Moreno se ha llevado en su propia cara la hostia terrible que los andaluces han querido dar a Rajoy y al PP nacional.
Ahora lo que hay que preguntarse son las razones de esa desafección de los ciudadanos con el PP si, como admiten ya hasta en el PSOE, se está saliendo de la crisis, que era el primer mandato que tenía Rajoy tras las elecciones generales de 2011.
Pues aquí es donde a mí me gustaría haber estudiado sociología y poder hacer un análisis riguroso y profesional de las circunstancias que han llevado al PP a cosechar tan rotundo fracaso. Y es que se han perdido casi 500.000 votos respecto a las elecciones andaluzas de 2012, encabezadas por el incombustible Arenas. Eso supone perder un tercio de los obtenidos en aquel año.
Y dónde ha ido a parar ese medio millón de votos? Desde mi punto de vista, diría que todos los de Ciudadanos proceden del PP, pero también que un buen manojo de ellos han ido a parar a Podemos, aunque no nos guste reconocerlo. Son los más cabreados con la gestión nacional del gobierno, esos que no entienden que era necesario hacer recortes, porque si no estaríamos muuuuucho peor.
Aquí es donde tengo que decir que no lo entiendo, en mi cabeza no cabe cómo, por muy guapos que dicen que son Pablo y Albert, se puede votar a una sola persona, sin implantación territorial, sin trayectoria ni estructura de partido y sobre todo sin un programa serio de gobierno. Pero esto que lo sigan estudiando los especialistas, que creo que andan también bastante despistados.
Sólo hay dos resultados que pueda decir que me esperaba. El de IU y el que ha obtenido UPyD (18 votos en Belmez, lo siento Antonio). Su egoísta lideresa, que ahora se estará tirando de los pelos, metió la gamba al no querer ir en coalición con Rivera, cosa que hubiera beneficiado a la primera, pero no tanto al proyecto común, puesto que es tan egocéntrica como socialista (en Asturias lo demostró al dar su apoyo a un gobierno del PSOE), que es lo que hará Ciudadanos en cuanto tenga la menor ocasión de tocar poder (su programa electoral dice que es un partido de centro-IZQUIERDA).
Con respecto a los resultados del PP, lo que ahora toca es hacer autocrítica, examinar bien las causas y buscar remedio, si es que lo tiene, a tamaña sangría de votos, y sobre todo, tomar medidas. España necesita un partido fuerte de centro-derecha, ahora más que nunca, ya que la división del voto está claro que favorece a los partidos de izquierda.
Solo hay una cosa en la que el PSOE gana al PP: la RE-NO-VA-CIÓN. Y, desde mi humilde punto de vista, eso es lo que tiene que emprender el PP más temprano que tarde, si puede ser antes del 24 de mayo. Lo que sería un craso error es caer en la complacencia, tirar balones fuera y decir, como oí esta mañana, que han obtenido más votos que en las Europeas de 2014.
El ciudadano quiere ver un PP no ya libre de corrupción, sino también de la mínima sospecha. Y para ello, tiene que emprender un proceso de RE-GE-NE-RA-CIÓN de sus estructuras internas y de los procedimientos estatutarios de elección de candidatos: sí, hay que ir a las PRI-MA-RIAS de una forma totalmente transparente, lo que supone que cada afiliado al PP tenga la posibilidad de participar telemática o personalmente en la elección de sus candidatos. Con ello, no sólo se cambia la imagen de partido anclado en el pasado, sino que se fomenta la democracia interna del partido, que falta hace, como en todos los demás.
Y para llegar a un verdadero proceso de regeneración, es necesario renovar TODOS aquellos cargos oficiales o de partido que tengan la mínima sombra de haber flirtreado con Bárcenas, Púnica, Gurtel o cualquier otra trama. El PP tiene más de 700.000 afiliados en toda España, ese es un tremendo potencial que lo diferencia de los demás y que debe aprovechar, si no quiere pasar por la travesía del desierto. Sé que esto no es fácil, que en muchos casos dar un paso atrás es lo más complicado y sé que va a ser injusto que se tengan que ir algunos pesos pesados del partido, pero es lo que toca por haber hecho, consentido, conocido, o simplemente por estar en el mismo barco de los corruptos.

Y para que haya una verdadera renovación, el primero que tiene que abandonar el barco es el capitán, aunque no sea lo que dicten los cánones. Las ratas ya lo han hecho. 

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