En un tema de tan rabiosa
actualidad, es necesario dejar muy clarito que mi opinión es que QUIEN LA HACE
LA PAGA.
Estamos observando desde hace
unos meses, cómo nos sorprenden semana sí, semana también, con algún caso de
vergonzante corrupción, principalmente proveniente desde las filas de los
grandes partidos políticos, pero no sólo de ellos. Y aquí es donde me gustaría
hacer la primera precisión, aunque advierto de antemano que ello no es ninguna
justificación ni defensa de ninguno de los chorizos que han copado las
pantallas de nuestras TVs. Es evidente que tan sólo puede corromperse quien
tiene la ocasión para ello, y es por ese motivo que la palma se la llevan los
partidos que más poder “han tocado”. Sin embargo no es menos cierto que, cuando
han tenido la oportunidad, ese virus de la corrupción, ha atacado también a
políticos de formaciones menos representativas. Habría que recordar que en
Bankia estaban representados partidos de todo el arco parlamentario madrileño,
así como sindicatos. Tampoco es moco de pavo la cantidad de dinero que ha
blanqueado un insigne sindicalista minero, tras la amnistía ofrecida por el
Ministerio de Hacienda.
Otro detalle que me gustaría
expresar es que, desde mi humilde punto de vista, no son corruptas las
instituciones, ni los partidos, ni los sindicatos, son corruptas las personas…y
no solamente los políticos, of course.
Así, cuando un profesional se
niega a facturarnos con IVA, está siendo corrupto. Cuando insignes estrellas
del mundo balompédico defraudan ingentes cantidades de dinero, está actuando de
forma corrupta, aunque no entiendo las razones por las cuales a estos señores
se les sigue aplaudiendo y a los demás se les prejuzga y supone su
culpabilidad. Pero es que cuando un trabajador se lleva un bolígrafo de la
empresa a su casa, o cuando los sanitarios llenan sus botiquines con medicinas
de sus centros de trabajo, también lo están siendo. Es más, los que se tiran
media mañana con el dedito puesto en el “Wuasap” están actuando
legítimamente???
En definitiva hay muchas
modalidades de corrupción, pero solo vilipendiamos a la que proviene de la
política, locuaz hace que de forma totalmente injusta, se generalice y
lleguemos a pensar que todos los políticos son unos chorizos, cuando lo cierto
y verdad es que hay muchos servidores públicos que, honradamente, sacrifican
horas de su vida privada para intentar mejorar el nivel de vida de los
ciudadanos. Igual que hay muchos jugadores de fútbol que declaran todos sus
ingresos, igual que hay funcionarios que no se llevan ni un folio para su casa,
igual que hay sanitarios que se compran las medicinas en la farmacia…
Entonces, si estamos de acuerdo
en que la corrupción es inherente al ser humano y en concreto al de procedencia
latina, diría yo, habría que preguntarse
si existe un común denominador en todos ellos. Y es ahí donde salgo yo y vuelvo
a recordar lo que ya tengo escrito: desde mi punto de vista, el problema está
en la perpetuación en el cargo. No conozco a ningún político que se corrompa en
la primera legislatura y pocos que lo hagan en la segunda. Es por eso mismo,
que desde hace mucho tiempo vengo defendiendo la limitación de mandatos a un
máximo de 8 años. Si nos ponemos a reflexionar un poco, llegaremos fácilmente a
la conclusión de que los casos de corrupción que todos tenemos en la mente
están protagonizados por sujetos que han permanecido en sus cargos durante
largos periodos de tiempo, que superan de largo las dos legislaturas. Estoy
seguro que tampoco el futbolista famoso defrauda en sus primeros años de
profesional, sino que poco a poco va hurtando al fisco sus ingresos, ya que va
comprobando que no le pasa nada…hasta que pasa.
Otra medida necesaria para acabar
con la sensación de privilegio que se tiene de los políticos, es que hay que
acabar de una vez por todas con las prebendas de las que disfrutan por el mero
hecho de ser representantes públicos de los ciudadanos. Me estoy refiriendo a
los coches oficiales, secretarias y demás parafernalia que acompaña a
determinados personajes cuando ya han dejado de ser políticos activos. También
me refiero a los derechos económicos y sociales que tienen por el mero hecho de
haber sido, durante un tiempo, Diputados y Senadores.
Igualmente ayudaría mucho que se
pusiera ya en pleno cumplimiento la ley de Transparencia y que desaparecieran
las dichosas subvenciones, que lo único que fomenta es el “pedigueñismo”, a
todos los niveles, ya que en ese asunto “choto que no berrea no mama”.
En fin, que aunque es cierto que
existe corrupción en todos los niveles de la vida, no lo es menos que cuando la
misma proviene de los que deberían estar trabajando para hacernos la vida más
fácil, la vemos con mayor gravedad y preocupación, ya que, en mi opinión, nos
sentimos defraudados y engañados, si ellos han sido los depositarios de
nuestra confianza, a través del ejercicio de nuestro derecho de voto.
Es por ello que se hace necesaria
ya la aprobación de una serie de medidas de REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA, que hagan
que esa desafección que tiene el ciudadano respecto de la política se vaya
tornando en confianza.
De lo contrario estaremos
abonando el campo a que determinados grupúsculos de nuevo cuño, encabezados por
líderes mesiánicos, tengan la enorme responsabilidad de decidir cómo se
gobierna nuestra nación, nuestra autonomía o nuestro pueblo. Díos nos coja
confesados…
No hay comentarios:
Publicar un comentario