No, no piensen ustedes que, de golpe y
porrazo, me he vuelto un cultureta ni un amante de nuestra historia. Ya me
gustaría a mí, pero qué le voy a hacer, nunca me dio por ahí, esas lides se las
dejo a mi amigo Juan, que es un verdadero apasionado de ella.
Sin embargo, en los últimos días sí que
estoy leyendo algo sobre lo que fue la vida y obra del Conde de Floridablanca.
Don José Moñino y Redondo (1728-1808),
fué el símbolo de la mejor aristocracia en una nación moderna y liberal:
la del mérito individual, de la ilustración y la competencia en una
sociedad abierta al progreso sin renunciar a los valores permanentes, una
aristocracia surgida del propio pueblo, sin privilegios feudales.
En definitiva, muchos le llaman EL
MODERNIZADOR, (expresión que me encanta), y le tildan como un profundo
reformista y liberal.
Pues eso es lo que yo entiendo que hace
falta en la España actual, un político liberal (que asegure la buena marcha de
la economía), reformista (todavía es necesario acometer múltiples
modificaciones en asuntos tan importantes como la sanidad, la educación, el
empleo y los privilegios de los políticos). En resumen, como decíamos, un
MODERNIZADOR, que sepa adaptar este país a lo que demandan los ciudadanos,
pero, por otra parte, sin perder de vista los valores y principios que deben
regir los designios de la vida pública.
Y un hombre (o mujer, que ya va siendo
hora que tengamos la primera presidenta), del partido más votado en las pasadas
elecciones generales, debería ser el que capitaneara esta barco que debe tener
clara cual es su meta, es decir, seguir trabajando para que, de forma definitiva,
salgamos de la crisis.
Sin embargo, eso, que yo entiendo que
sería lo mejor para España, no es lo que beneficia a los Populares, ya que si
siguen en la Moncloa no tengo tan claro que vaya a acometer las reformas
internas que tanto le demandan sus militantes, algunos constituídos en grupos
de opinión, como la denominada Red Floridablanca (www.redfloridablanca.es), formada por
un grupo de jóvenes preocupados por el funcionamiento interno del PP, que
abogan, como yo llevo proclamando en estas páginas desde hace mucho tiempo, por
una renovación profunda y urgente, que adapte las estructuras del partido más
importante de nuestro país a lo que quieren la mayoría de los ciudadanos y, por
supuesto, de sus afiliados y simpatizantes.
No obstante, como yo creo que los Sres.
Picapiedra ya lo tienen todo pactado y atado, va a ocurrir lo contrario, vamos
a tener una nefasta situación nacional, pero eso va a beneficiar al PP. Lo
contrario, creo, va a suceder en el PSOE, porque lo malo para España, va a ser
bueno para ellos, y sobre todo, para Pedro, al menos, a corto plazo. Si tocan el
poder, como ha ocurrido en 6 CCAA gracias a PODEMOS, no hay que olvidarlo, ya
nadie se acordará de que no fueron el partido más votado y que obtuvieron el peor
resultado de su historia. Sin embargo a medio/largo plazo, yo creo que un pacto
PODEMOS-PSOE va a perjudicar mucho a éste último, porque la voracidad de Pablo
es insaciable y terminará por engullir al incauto de Pedro, que va a mirar más
por sí mismo que por su partido y por España.
No obstante, no hay que adelantar
acontecimientos y tendremos que esperar a que hagan el paripé hasta el último
instante, y utilicen los medios de comunicación, tal y como hicieron en la
sesión de investidura del Congreso. Desgraciadamente eso es lo que nos espera,
mucho postureo y mucha mentira y manipulación (no, en vano, son los asesores
del Chavismo venezolano). Por cierto, mucho se ha hablado del niño de Bescansa
y de la oportunidad o no de que lo tuviera en brazos toda la sesión, mientras
la niñera sudamericana esperaba en la puerta a que la señora tocase la campanita
o mientras en el Congreso existía una estupenda guardería para esos menesteres.
Pero lo peor de todo era el vestido del niño: ni los pijos del barrio de
Salamanca visten ya así a sus criaturas. Todo un engaño, dicen una cosa y hacen
la contraria, que ha conseguido engatusar en las urnas a muchos ciudadanos que
por diferentes motivos estaban cansados de los políticos españoles. Pues nada,
ahora sólo queda sentarse a disfrutar del espectáculo y tomárselo con
tranquilidad. Aún así, deseo que España vaya bien y la economía siga mejorando
por el interés de todos y la tasa de paro continúe su tendencia bajista.
Yo, por mi parte, en la medida de mis
posibilidades, pediré un Floridablanca, un MODERNIZADOR, y un congreso abierto,
que suponga una profunda y verdadera reforma de las estructuras Populares,
mediante la renovación de cargos y personas y la adopción de medidas adaptadas
a la actual situación de nuestro país, a semejanza de lo que ha propuesto
Cifuentes en la CA de Madrid.
Suerte a todos, que la vamos a
necesitar.
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